jueves, 2 de julio de 2015

LEVANTE-EMV La Casa de Cultura presenta «Los manuscritos de Teresa Panza», de Paco Arenas




Mi madre decía con bastante buen criterio, que en los "papeles" (diarios) solo salían sinvergüenzas, y es que claro, la pobre mujer cada vez que yo llevaba el periódico los domingos, salían los políticos del momento que no eran mejores que los actuales, por tanto ella dio por seguro que así era. Alguna vez salen también personas honradas, que luchan por un mundo mejor y que en ocasiones, como ayer, fueron detenidas por la policía, pero claro, cuando en un país pensar diferente es un delito, en los "papeles" suelen aparecer más delincuentes o presuntos honrados que personas decentes, a pesar de ello, estoy seguro que mi madre, hoy se sentiría orgullosa de que yo haya salido en los "papeles".

BURJASSOT  29 DE MAYO DE 2015 

VICENT RUIZ SANCHO

■ Una supuesta tercera hija de Sancho Panza, el fiel escudero de Don Quijote, un nuevo personaje acaba de nacer para la literatura. Personaje, que tiene el mismo nombre que su madre, Teresa Panza, llega como la protagonista del relato de su vida que en contraste con las pocas líneas que, en «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha», Cervantes dedicó a la familia del escudero. El Instituto Municipal de Cultura y Juventud de Burjassot acogió hace unos días la presentación de la novela «Los manuscritos de Teresa Panza», de Paco Arenas. El propio autor y su editor, José Luis Victoria, junto con Lola Gozálvez en representación del Instituto de la Cultura, se encargaron de dar conocer las aventuras de una mujer narradas en primera persona «con sentido del humor, frescura, erotismo y cierta crítica social, que podría llegar a calificarse de feminista.  Paco Arenas enmarcó la narración en la primera mitad c siglo XVII. Según el autor, el mismo año que se publicó la segunda parte del «Quijote» -1615-, «en un perdido lugar de la Mancha, una jovencísima Teresa Panza comenzaba a escribir primer manuscrito». Este y otro redactado en la vejez «cuatrocientos años después fueron encontrados en una cueva.   Paco Arenas manifestó que «Teresa aprendió de la mano Cervantes» y en sus pliegos «se reivindica para las mujer el acceso a la cultura». El libro sobre la hija de Sancho Panza se concibió «hace más de treinta años» en una gruta de la localidad conquense de Pinarejo. Allí Paco Arenas encontró «una virgen de mármol del tamaño de un cencerro, un viejo baúl carcomido, una palangana o bacía parecida a la de los barberos y algunas cosas más».
Para elaborar «Los manuscritos de Teresa Panza», su autor se sirvió de una copiosa documentación, además de realizar adaptaciones de la literatura del Siglo de Oro con fin de «acercarse al lenguaje de la época», en concreto al siglo XVII, pero también advirtió que el lenguaje de su texto «se acerca bastante al actual y se entiende con claridad al tiempo que nos acerca al lenguaje manchego». Al término de la presentación se entabló un animado coloquio entre el autor y los asistentes. Finalmente, Paco Arenas firmó ejemplares de la que es su primera novela publicada.

 V. RUIZ SANCHO BURJASSOT

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